lunes, 18 de enero de 2010

Euforias confundidas


En esa quinta se decía

que muchas historias se escondían,

y así recuerdo yo a mi tía

que a ninguna incertidumbre le temía.

Ella filántropa de la luces

sugería estrellas encantadoras

las cuales sugerían…

Y el humo se hizo sonrisa

perdiéndose en lo lejos…

Atrás de la montaña,

donde lo efímero es infinito

se esconde algo que parece ser una quinta.

Pero en realidad resulta ser

un espacio único

para aquellos trabajadores de la vida

a los cuales ésta les sonreía.

Y les tira un guiño

para todo lo que les queda por disfrutar

en este aire enviciado de alegría y buena vibra,

que me sugiere que no todo vicio

lleva o detona en la ruina.

Quizás conlleva a la razón

que titubea en los confines

de un pasado oscuro.

El sol confiado de su luz

nunca iluminó esa luna rojiza.

Esa luna que en realidad era de cartón,

de cartón pintado con acuarelas

y pinceles de cerdas suaves,

para que así todo sea de pintura,

como es la vida.

Por que no mirar los colores?

Esos colores

que hacen que la vida

sea un carnaval.

Que todos sus acompañantes

disfruten, vivan

y vuelvan a disfrutar.

Imagen: Kandinsky

2 comentarios:

  1. excelente cadáver! así arrancó la temporada en la tortu! un buen augurio de lo que vendrá!

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  2. esperemos que así sea! y que mas cadáveres sean productos de la conexiones mágicas que allí se generan! Salut!

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