
Señoras y Señores les presento
la terrible historia y es así:
Me tiré espalda al pasto
y tenía de techo las estrellas.
De brisas y estrellas,
probando nuevamente sal húmeda.
Me creí que le canté truco al diablo, soy gil?
Jugué a que volvía al rocío, al pasto y al sol.
Contando delfines dorados
que flotan uniformemente a mi alrededor.
Me perdí el número del lugar que no fue.
Le dije que no y me fui.
Con gustito a balde de plástico
en vientos de enero sobre la cabeza.
la terrible historia y es así:
Me tiré espalda al pasto
y tenía de techo las estrellas.
De brisas y estrellas,
probando nuevamente sal húmeda.
Me creí que le canté truco al diablo, soy gil?
Jugué a que volvía al rocío, al pasto y al sol.
Contando delfines dorados
que flotan uniformemente a mi alrededor.
Me perdí el número del lugar que no fue.
Le dije que no y me fui.
Con gustito a balde de plástico
en vientos de enero sobre la cabeza.
Y termina el camino de lo que sí es.
Imagen: Alexis Mackenzie
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