lunes, 4 de abril de 2011

Resonancias de un intento perpetuo


Era esa la causa de sus risas,

las que generaban cosquillas.

Esas que uno sentía cuando era niño.

Cuando el juego de las sensaciones

dirigía nuestra vida

hacia un destino conocido recientemente,

donde se respira en el agua

y se flota en el aire.

Aburbujándose en la unión y fusión con el cosmos,

despertando la conciencia de unidad.

Constituyendo una sociedad sana

donde lo único que vale es el amor,

por uno mismo y por el otro…

Siempre y cuando el sexo

sea prioridad ante todas las cosas,

y no más que una expresión pura

de sentimiento verdadero.

Imagen: Juanpi Sanchez

2 comentarios:

  1. siempre hay q sacar a relucir al niño q tenemos dentro!!!el q no pensaba de mas y sólo vivía y disfrutaba los instantes, en los que la imaginación era la protagonista y lo importante era sentir y experimentar cada momento. eso es en realidad la vida, no? jje beso grande martín!

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  2. muy lindo martin. no hay nada como tener "alma de niño", no importa la edad.

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