
Llegaban esos años,
los huesos de Clotilde
se habían vuelto porosos.
Se habían acomodado
a la imagen del rostro
de quien los paseaba por este mundo.
Porque mas allá de ese rostro
no había nada,
todas sus imaginaciones en ese espacio
en el que se habían relajado.
Suena una campana con forma de ensaladera
y vibran las paredes suavemente.
Se puede hacer garrapiñadas, ¿no?
Sonó la campana
y cuasi pierdo por Know out (se escribe así?)
Sí, es así.
Simplemente esperé que estallen
resonando en mi cabeza,
para poder sentir
este viaje por el cosmos,
por las estrellas.
Y así, olvidar el padecer
que esos huesos malos le causaban.
¡Huesos malos!
Pero más allá de eso
se vivía feliz,
ese problema se volvía insignificante
a la hora de conectar…
…Un delito, ¡sí!, un delito vibracional,
un robo a mano armada,
y luego sonó la alarma.
Traté de rescatarme, pero… ¡no puede!
Me vibraba el cuerpo…
¿Lo llegas a comprender?
Intenté poner los pies en la tierra, no pude.
Mi mente transitaba por el espacio.
Imagen: Paul Klee
Como diría mi profesor de teatro existe el continente y el contenido, el continente preferentemente debe ser lo suficientemente flexible para amoldarse y aprovechar el contenido, pero lo que realmente importa y vale a fin de cuentas es el contenido, el interior para después conectar con el exterior y con todo lo demás,
ResponderEliminarEl cuerpo en si mismo no es nada, nuestros huesos no son nada sin nuestra alma,ella es lo que somos, por eso hay que cultivarla y cada día lo creo más.
"...Y así, olvidar el padecer
que esos huesos malos le causaban. ¡Huesos malos!
PERO MÁS ALLÁ DE ESO
se VIVÍA FELIZ,..."
Vi una peli que se llama "La escafandra y la Mariposa", es dura pero da un mensaje especifico y, por más que cueste, hay que tenerlo en cuenta y tratar de aplicarlo.
Muy lindo Martin, me re gusto!!!
Besotee y Feliz año nuevo adelantado:)