miércoles, 29 de diciembre de 2010

Osteoporosis vibracional


Llegaban esos años,

los huesos de Clotilde

se habían vuelto porosos.

Se habían acomodado

a la imagen del rostro

de quien los paseaba por este mundo.

Porque mas allá de ese rostro

no había nada,

todas sus imaginaciones en ese espacio

en el que se habían relajado.

Suena una campana con forma de ensaladera

y vibran las paredes suavemente.

Se puede hacer garrapiñadas, ¿no?

Sonó la campana

y cuasi pierdo por Know out (se escribe así?)

Sí, es así.

Simplemente esperé que estallen

resonando en mi cabeza,

para poder sentir

este viaje por el cosmos,

por las estrellas.

Y así, olvidar el padecer

que esos huesos malos le causaban.

¡Huesos malos!

Pero más allá de eso

se vivía feliz,

ese problema se volvía insignificante

a la hora de conectar…

…Un delito, ¡sí!, un delito vibracional,

un robo a mano armada,

y luego sonó la alarma.

Traté de rescatarme, pero… ¡no puede!

Me vibraba el cuerpo…

¿Lo llegas a comprender?

Intenté poner los pies en la tierra, no pude.

Mi mente transitaba por el espacio.

Imagen: Paul Klee

domingo, 5 de diciembre de 2010

Aprendiendo a ver lo mismo


No se como se juega pero,

me tomo un alguito para el cuore

y…me subo a la bici de Albert

hasta el planetario.

Esto es gratis, no?

Que haría una piedra en mi lugar?

Pensaría en lo bueno que estaría estar fumada.

Así la existencia tendría sentido.

Si solo fuésemos…

Yo pongo dos panaderías y chau!

Hola! Bien gracias,

por chuparme la pija de este modo.

Exquisito!

Que linda que sos, seguila chupando,

la tenes adentro abuelo!

Ya fue vivir, la otra tenía más color.

Whatever you do, be yourself.

Let it be, ya lo decían esos ingleses

hippies lisérgicos.

Pero andando en bicicleta se percibe mejor.

Mirando…a mi amor.

Imagen: Milo Lockett

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